Prepara tu armadura, afila tu espada y viaja más allá del libro para descubrir los secretos que rodean a los castillos, villas, bosques, valles, grutas e islas flotantes.  

— NORTE DE ZIÓN —

Ilustración del mapa: Elisa Echeverría Parra.

— CIUDAD DE ORO —

Cuando la creación era una semilla en medio del vacío, cuando nada había sido nombrado, cuando el Espíritu vagaba sobre el universo y la vida era apenas un rumor en la boca de los Hunra´k, los cimientos de la Ciudad de Oro y la Necrópolis ya existían, una para proteger la vida, y otra para proteger la muerte, así las dos bailarían una danza frenética llena de todo lo que fue, lo que es, y lo que será. 

La ciudad se ubica en la superficie de un cubo de seis caras, el cual flota sobre el cielo-abismo, en la antigüedad estaba conectada al continente por nueve puentes, sin embargo, durante la Segunda Guerra, fueron destruidos para evitar que los ejércitos de Olfos entrasen a la urbe, siendo actualmente substituidos por tres puentes hechos de fuego verdoso, capaces de consumir a cualquiera que no posea una silueta, los Luxus más antiguos, quienes vivieron durante la conquista de Skulrock, aseguran que el fuego no es otra cosa que el mismísimo Espíritu del Trino. Respecto a las otras caras del cubo, sólo hay mitos en torno a ellas, la creencia popular dice que contienen ruinas, algunas aún habitadas por seres de otras dimensiones y tiempos. 

El diseño de la ciudad esta inspirado en un sin número de simbolismos, los cuales representarían sucesos del futuro y el destino de la creación, uno de estos símbolos son sus doce puertas, construidas cada una con una piedra preciosa distinta, aquel número representaría la cantidad de tribus que conformaría el pueblo originario de los Luxus en el Planeta Tierra. En el centro de la ciudad, la Torre Grial se alza inmensa, su altura supera con creces el de las nubes, y en un día despejado, un poderoso destello evita poder observar su cúspide. Es sabido que en el último piso habita el Creador, Padre de Regis, su presencia es tan poderosa que nadie se ha acercado lo suficiente como para ver su apariencia, aún así, los ciudadanos pueden pedir una audiencia para hablar con un espectro hecho de luz, el cual emula los pensamientos del Padre y los recibe en el primero piso de la Torre, a parte de aquel vestíbulo, nadie sabe lo que esconden los pisos superiores, algunos afirman que cada nivel contiene un portal que lleva a algún planeta del Borde Exterior, siendo la Torre Grial, un punto céntrico en el universo capaz de conectarse con el resto de la creación; otros dicen que los miles de serafines que desaparecieron luego de la primera guerra viven dentro, esperando defender la ciudad en caso de ser necesario, y hay quienes dicen que la Torre posee un poder infinito en su interior, el cual ilumina el Reino y le da vida a toda la creación. Respecto de su estructura urbana, la Ciudad de Oro está dividida en siete provincias: Los Campos de Agazul, Los Parques Galantes, El Monte Melodía, Estanque Estrellado, Jardín Ascendente, Villa de los hijos y El Bosque de los olvidados. Miles de hectáreas de un hermoso pastizal componen los Campos de Agazul, sus colinas y praderas son tan hermosas, que se asemejan a un océano de hierba-esmeralda, acariciado por el oleaje del viento. Los Parques Galantes se encuentran en el corazón de la ciudad y son el centro del comercio, la literatura, la pintura, el deporte y la comida, los rascacielos dorados invaden las avenidas, algunos dedicados a la cultura, otros a la investigación, otros a la economía y otros a los famosos coliseos ascendentes, donde Luxus de todas las provincias se enfrentarían en torneos para entretener al público, festejando una vez al año, el Campeonato de las Auroras, el cual recibe a las más grandes leyendas de todo el Reino, las cuales miden sus fuerzas y demuestren su valentía frente a Regis. El Monte Melodía se ubica al Oeste, de sus profundidades nace el río de la vida el cual cruza toda la ciudad, también es el epicentro de la música y las alabanzas al Trino desde los orígenes del tiempo, es uno de los lugares que más frecuentan los Luxus, donde componen canciones y poesías para dedicárselas al Trino, Monte Melodía, también es donde habita Regis la mayoría del tiempo, sentado el Trono Eterno. Estanque Estrellado es un lago alimentado por el Río de la Vida, al Este de la ciudad, quienes se sumergen en sus aguas descubrirán en lo más profundo, imágenes en tiempo real de constelaciones esparcidas a lo largo del universo, la belleza de millones de estrellas brillando bajo el agua, son de los tesoros más emblemáticos que esconde la Ciudad de Oro, incluso, durante los festejos del día del cordero, hay quienes afirman escuchar a las galaxias cantar melodías en honor al Dios de las tres caras. El Jardín ascendente crece a lo largo de una colina al Norte de la ciudad, en aquel lugar se puede encontrar un millar de especies de plantas, flores y árboles, las cuales dan frutos de todos los sabores. Villa de los hijos, es la provincia más grande, ubicada al Sur, allí es donde habitan los Luxus en sus gigantescas moradas. El Bosque de los olvidados se ubica al Sureste de la Villa de los Hijos, las hojas de sus árboles provocan un sueño profundo al morderlas, evocando hermosos recuerdos de aquellos seres queridos que no lograron entrar a la Ciudad de Oro y que cayeron por la Torre Invertida.

Dato histórico: Cuando Regis bajó al planeta Tierra para adoptar su forma humana, la provincia del Jardín Ascendente lloró hasta marchitarse por completo, y ninguna planta volvió a crecer hasta que Regis volvió a pisar la Ciudad, comprobando la teoría de algunos botánicos Luxus, quienes afirmaban que las plantas que crecían en dicho jardín, tenían una estrecha relación con Regis, desarrollando algo similar a las emociones.

Desde la llegada de los Luxus a la Ciudad de Oro, Regis decretaría una ley para todos los seres celestiales y Custudis, el cual estipulaba ocultar los acontecimientos ocurridos durante la Era Blanca a los Luxus, como también cualquier información relacionada a la llegada de los Antiguos y las Tierras Desoladas, manteniendo a los hijos del Trino en total ignorancia respecto de lo que ocurría al sur Del Valle de Glaston, aseverando que dicha información sería liberada por él mismo a su debido tiempo. 


©F.J.Ortiz 2020.

— MONTAÑA REDENTORA —

Una enorme montaña se alza al Norte de la Ciudad de Oro, durante la Era Blanca las huestes celestiales lo llamaban "Monte Cíclico", debido a una grieta de tiempo que se esconde en lo más profundo de sus laberintos, sin embargo, hoy en día la mayoría de los Luxus ignora tal secreto, observando tan solo una enorme muralla grisácea conformada por peligrosos abismos y alpes nevados, por lo que la apodaron "Montaña Redentora", ya que incluso tras varios años viviendo en la Ciudad de Oro, los millones de Luxus aún no se acostumbran al ver tamaña monstruosidad sobre ellos. Aún así, la abolición del nombre "Cíclico", no logró evitar que todos los años mercenarios al sur del Valle de Glaston, como también Antiguos de las Tierras Desoladas, intentaran ingresar a la montaña a través de peligrosas expediciones por la Cordillera del Pacto, obligando a Regis a construir guarniciones en el Valle Escarchado, establecer patrullas  en la entrada de la gruta, e incluso, abastecer a la guardia de los Custudis con la presencia de uno de los diez GDR (Guerreros de Regis).

A pesar que la montaña no posee ninguna muralla ni fortaleza en su inmediación, a excepción de las atalayas en el Valle Escarchado, la entrada a la gruta es uno de los lugares más protegidos del Reino Auror, cubierto por antiguos hechizos que datan de la Era Blanca, los cuales evitan que seres poseedores del poder Tenebrum se acerquen a ella, e incluso, si es que alguien lograse burlar dicha magia, se encontraría con cientos de laberintos y salones llenos de trampas, construidos por los serafines durante la Primera Guerra. 

Dato histórico: Por cientos de años, el Enquiridión fue encerrado dentro de esta montaña, antes que Fresia lo robara y lo usara para revivir a Regis luego de dar su vida en la Tierra.


©F.J.Ortiz 2020.

— FORJA ROTA —

Todos los días, en la provincia de Estanque Estrellado, la puerta de Cristal se abre a la mitad de la muralla Este, para así dejar entrar a uno de los tantos barcoalados que despegan de la Forja Rota, al aterrizar, los Luxus descargan cientos de cajas llenas de plata, hierro, platino, oro, cobre, piedras preciosas, cristalherido y en ocasiones, pequeñas cajitas con lágrima lunar. Desde su origen, la Forja Rota a abastecido de riquezas incalculables a la Ciudad de Oro, sus fisuras son tan profundas que la Torre Grial dejaría de iluminar al universo antes de que los ángeles explotasen los yacimientos por completo. Su historia se remonta al origen de la creación, cuando el legendario Ráguel, acompañado de una legión de ángeles, explorarían las Islas Flotantes por orden de Regis, para así extraer los minerales que luego edificarían, las murallas, avenidas, torres, y puertas de la Ciudad de Oro. Entre los islotes, destacan el Templo del Fuego, el Templo del Aire y el Templo del Hierro, construidos por Ráguel hace cientos de años, tras la rebelión del Lucero, con el propósito de enseñarle a los ángeles a forjar armaduras y espadas capaces de derrotar al ejército del engañador, los conocimientos que poseía Ráguel en ese entonces eran tan elevados que se vio forzado a construir dichas escuelas, donde los ángeles aprendieran los misterios del fuego, del aire, y finalmente del Hierro; quienes manifestaran una habilidad innata para forjar la lágrima lunar, podrían ser llamados aprendices de Ráguel, y serían aceptados como huéspedes en el castillo flotante, en aquel tiempos llamado: Forja Roja, allí aprenderían a fraguar espadas, lanzas, hachas, mandobles y todo tipo de armas dignas de ser empuñadas incluso por el mismísimo Regis. Una vez que la Primera Guerra terminó, y el Lucero fue expulsado de Auror junto con un tercio de los ángeles de la Ciudad de Oro, Ráguel le pidió al Trino que le permitiera abandonar el Reino también, en medio del fulgor de la batalla, se sorprendería al ver la calidad de las armas que la Bestia del Vacío le había ofrecido a los ángeles caídos, con vergüenza admitió que aquellas espadas superaban sus conocimientos, por lo que había decidido emprender un viaje a las galaxias sin luz, para encontrar aquellos misterios y materiales que forjarían según él, una nueva generación de armas. Desde aquel día, nadie volvió a ver a Ráguel, muchos tenían la esperanza de que volviera durante la Segunda Guerra, con la promesa cumplida en sus manos, pero no fue así, hasta el día de hoy, el señor de las Islas Flotantes no ha vuelto de su viaje; con el tiempo, los Templos donde antes se estudiaban los misterios de los metales, se transformarían en refugios y cantinas para los alados, mientras que la Forja se trizaría producto de la erosión, tomando el castillo el apodo de Forja Rota.

Dato histórico: Tras la desaparición de Ráguel, ningún herrero logró igualar la calidad de sus espadas y armaduras, por lo que sus obras están exhibidas en el Museo del Hierro, en los Parques Galantes de la Ciudad de Oro, a excepción, de algunas piezas que Regis obsequió a  héroes de guerra y Luxus, del cual sólo nos interesa mencionar uno.

-Una espada de oro fraguada con la energía de la Torre Grial, la cual sería entregada a Floriel, el más fuerte de los serafines durante la Era Blanca, quien bautizó a la hoja como Lucerion, que significa ira de luz. Cuando Floriel falleció en la Batalla de la Blanca Lluvia, su espada sería devuelta a Regis, quien recortando su longitud, se la entregaría siglos más tarde a Eloy Freecs,  para poseer el nombre Albor.

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— VILLA TRISTE —

Los Luxus que habitan en la Ciudad de Oro tienen permitido salir de ella para explorar y disfrutar de la Cordillera del Pacto, aunque no tienen permitido acercarse al Valle de Glaston, puedan hacer expediciones por el Río Blanco a través del Valle Escarchado, pasar unos días en Bosque Tranquilo, recoger las semillas de Bosque Anciano, observar la Catarata del Trino, incluso escalar la Montaña Redentora para tener una vista privilegiada del Reino Auror, sin embargo, hay quienes se aventuran más allá, cruzando la cadena montañosa en busca de la Catarata Nevada, una cascada semi-congelada proveniente del Río de los Gritos, el cual forma hermosas ondulaciones de hielo al caer hacia las nubes del Cielo-Abismo, sin duda, uno de los paisajes más hermosos que posee Auror. Tal aventura no sería posible sin la existencia de Villa Triste, un refugio entre la catarata y los fuertes del Valle Escarchado, la razón de su peligrosidad radica en la Montaña Redentora, pues su altura es tan abismal que logra oscurecer todo lo que hay a su espalda, congelando el Lago de los Susurros, el Río de los Gritos, el Bosque Lejano y el mismísimo viento, pero a su vez, permitiendo la hermosa catarata de hielo al final del continente. 

Villa Triste no posee más de mil habitantes y a diferencia de la Ciudad de Oro, se caracteriza por su oscuridad, allí la luz de la Torre es apocada por la cima de los alpes, logrando que las chimeneas, fogatas, candelabros y velas, estén prendidas todo el tiempo. A pesar que la Villa posee un nombre desalentador, sus habitantes son excelentes anfitriones, ofreciendo refugio, comida caliente e incluso ropa seca a cualquier Luxus que se aventure hacia la Catarata Nevada. La Villa es el lugar predilecto de los Luxus que desean pasar una temporada lejos del resplandor de la Ciudad de Oro, concentrados simplemente en la belleza de la nieve, la tranquilidad de sus bosques, el crepitar de las chimeneas, el legendario chocolate alegre de los lugareños, y paradójicamente, el eterno silencio del Río de los Gritos. A pesar que la Villa es conocida por sus refugios camino a la Catarata Nevada, hay quienes la conocen por su origen. Tras la destrucción del Planeta Tierra, y el juicio del Trino sobre la humanidad, millones de Luxus poblaron la Ciudad de Oro, la mayoría fueron llenos por la dicha de ser recibidos dentro de las murallas, sin embargo, varios Luxus sufrieron la dolorosa perdida de sus hijos, padres, esposas, esposos, amigos de toda la vida, si bien Regis había plantado el Bosque de los Olvidados para ahogar el dolor de sus hijos, a varios no les bastaba con recordarlos en sueños, sino que anhelaban volver a abrazarlos, tal conmoción terminó en la fundación de Villa Triste, un destino para los quebrantados de corazón, para todos los Luxus que aún necesitaban llorar a sus seres queridos, de tal forma que cientos de ellos decidirían abandonar la Ciudad de Oro para exiliarse al Bosque Lejano, allí ahogarían su dolor hasta sentirse listos para volver a cruzar las doce puertas. 

El Lago de los Susurros, nació el mismo día en que se construyó la primera casa en el bosque, fue un regalo de Regis para sus hijos, y pesar que el Padre y el Espíritu no estaban de acuerdo, Regis abogó por ellos, logrando persuadir a las otras dos caras del Dios, creando un lago como ningún otro, uno capaz de otorgarle una fugaz pero hermosa habilidad a quien bebiera de sus aguas; todo aquel que tomara un sorbo del lago, podría susurrar el nombre de la persona que había perdido, y allí donde se encontrase su alma, ya sea en los dominios de Olfos o en las profundidades de la Torre Invertida, sentiría el abrazo de aquel ser que lo amó hasta el punto de exiliarse. Hoy en día la mayoría de los habitantes de Villa Triste son Luxus que se mudan al Bosque Lejano para descansar del bullicio de la Ciudad de Oro, mientras que el resto, permanece allí para susurrar el nombre de aquellas personas que aún aman, y que probablemente, seguirán amando por la eternidad. 

Dato Histórico: Eloy fue uno de los miles de Luxus que viajaron por primera vez al Bosque Lejano.


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— BOSQUE ANTIGUO —

El rumor de un bosque a las afueras de la Ciudad de Oro, se ha extendido desde el origen de los tiempos, hasta llegar incluso a los oídos de los niños en las galaxias sin luz, la leyenda describe a miles de árboles con raíces tan antiguas, que sobrepasan las profundidades del continente, colgando por el Cielo-Abismo y alimentándose del vapor de las nubes. Todos los años, durante la época estival, los Luxus visitan el bosque para recoger sus frutos, pequeñas semillas de color tostado, las cuales son plantadas en el Bosque de los Olvidados para así, algún día, crecer y ofrecerle hojas del recuerdo a los Hijos del Trino. Bosque Antiguo, no sólo es visitado por los Luxus, sino que también por los ángeles que habitan en las Islas Flotantes, puesto que, entre sus árboles, se alzan las ruinas de la antigua Galeana, ahora convertida en una bio-necrópolis, donde descansan las almas de aquellos ángeles que dieron su vida, para defender a la Ciudad de Oro en la Batalla de la Blanca Lluvia. El Bosque es famoso por sus castillos abandonados, y por las tormentas aladas, miles de plumas que dejan los ángeles al visitar a sus difuntos hermanos, las cuales vuelan a través de la brisa en el invierno, formando hermosos ciclones albinos. 

Tras la Primera Guerra, los alados enterraron a sus hermanos en los patios de sus hogares, llorando y ayunando por seis días, sin embargo, al séptimo, el Espíritu del Trino sopló sobre Galeana, haciendo crecer gigantescos árboles desde las profundidades de la tierra y cubriendo la pequeña urbe con un hermoso bosque; cuando los ángeles volaron para escapar del caos que provocaban las raíces y las ramas, sus alas rosaron el follaje de los arbustos y sus mentes recrearon miles de recuerdos felices junto a sus antiguos hermanos, descubriendo que sus hojas, eran similares a las del Bosque Olvidado, con la diferencia que estas no caían, sino que persistían tras evocar los recuerdos. El número de los árboles que componen Bosque Antiguo, es el número exacto de ángeles que fallecieron en la Primera Guerra, siendo tallados sus nombres en cada uno, según los recuerdos que ocultaban sus hojas. 

Dato histórico: Tras el surgimiento de Bosque Antiguo, Regis le entregó las Islas Flotantes a los ángeles para que la habitaran, pero Nuriel, el más poderoso de su raza, decidió quedarse en las profundidades del bosque; incapaz de alejarse de su hermano Gabriel, construyó una casa en la cima del árbol más alto para vivir junto a su recuerdo. La sabiduría y nobleza de Nuriel le otorgó un puesto en los GDR, y también el afecto del Trino, volviéndose uno de los mejores amigos de Regis. 

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— VALLE DE GLASTON —

Desde el sur, es la única entrada hacia la Ciudad de Oro, quienes deseen ver las murallas doradas tienen que enfrentar las lenguas de fuego que se alzan hasta rasguñar el cielo, o en su defecto, aventurarse por el Valle Oscuro y escalar el cordón montañoso a través de la Cordillera del Pacto, un destino igual de letal que las llamaradas que inundan Glaston. Firia, la guardiana del paso desde el fin de la Primera Guerra, mandó a hechizar las flamas con magia antigua, logrando que su brillo y movimiento irregular, hipnoticen a cualquiera que las mirasen, llevando sus mentes a un estado de tal vulnerabilidad, que tomasen por memoria lo que Firia les digiera, abandonando la idea de llegar a la Ciudad de Oro tras una simple frase: "...Venían a ver el Valle de Glaston, ya que lo han visto, ahora pueden marcharse...". Aquellos que lograsen resistir el hechizo, tendrían que enfrentarse a las llamaradas y a la furia de la ángel, quien nunca ha sido vencida desde que el Trino le otorgó tal misión, ni siquiera durante la Segunda Guerra, cuando un ejército de espectros surgió desde el Desierto de los Paganos encabezados por el demonio Sargon.

A finales de la Era Blanca, el paso hacia la Ciudad de Oro resultaba ser un hermoso valle cubierto de flora y fauna, sus kilómetros de bosques, lagunas y jardines, era una antesala digna de la Ciudad de Oro y Galeana, pero cuando el Lucero de la ciudad fue corrompido por la Bestia del Vacío, y engañó a tres partes de los ángeles, la Primera Guerra estalló, Gabriel junto a sus legiones hicieron retroceder al Lucero y sus fuerzas hasta el Valle de Glaston, destruyendo los bosques y los jardines en el ardor de la batalla, el enfrentamiento llegó a su punto máximo en medio del Valle, donde se liberó La Batalla de la Blanca Lluvia, haciendo alusión a la sangre albina que poseen los ángeles y las plumas que caían del cielo; la carnicería duró tres días, acabando con la llegada de Regis al campo de batalla, quien hizo descender fuego de la Torre Grial, creando una muralla entre las fuerzas del Lucero y las suyas, mientras que desde el sur, un ejército de Custudis proveniente de los castillos de Punta Caída y Punta Elevada, acorralarían a los ángeles caídos, obligando a Mendax a ordenar la retirada hacia el Valle de los Huesos Secos. Tras la victoria, Regis le ordenó a Firia proteger el Valle de Glaston, y no fue hasta la época de la Segunda Guerra, cuando la ángel hechizó las flamas gracias a los conocimientos de Raziel, el ermitaño, quien hasta el día de hoy se cree que vive en alguna gruta del Valle Oscuro.

Dato histórico: Las llamas que arden en la actualidad, son las mismas que descendieron de la Torre Grial hace miles de años, incapaces de ser consumidas, los ángeles creen que están compuestas por el mismísimo Espíritu del Trino, quién descendió de los aposentos del Padre al ver la traición del Lucero; en cierto ocasión, Raziel admitió que no había logrado hechizar las llamas como se lo había pedido Firia, sino que simplemente había liberado parte de su esencia, afirmando que el fuego tenían voluntad propia y que era mucho más sabio que él.  

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— ALFEN-DORK —

Es uno de los destinos más jóvenes en todo el reino, su origen se remonta a los eventos ocurridos en la Segunda Guerra. Cuando los ejércitos de Skulrock destruyeron el Monte Zión y cruzaron la ciénaga del Espíritu, los ejércitos de la Ciudad de Oro salieron a su encuentro en el Páramo, mientras que una legión de Tenebris hechizados por Olfos, ascendió por El Valle de Tarto en dirección al Valle de Glaston, por lo que Firia mandó a los ángeles a su cargo a edificar una guarnición frente a la laguna de Dork, para así abastecer a un ejército de Custudis que marcharía desde Punta Caída hasta Laguna Amarga, con el propósito de interceptar al enemigo, aquel grupo de ángeles no superaban los cien, pero gracias a su magia lograron alzar murallas, cavar pozos y enviar botes por el Río Caído, los cuales iban repletos de alimentos, armas y medicinas, recursos que serían fundamentales para resistir al Señor de la muerte en la laguna. En el mismo instante en que Alfen Roosley anunció el repliegue de sus fuerzas, la guarnición de Dork, se transformó en la fortaleza de Dork; la retaguardia fue diezmada sobreviviendo apenas cerca de mil custudis, quienes cruzaron las murallas improvisadas a los pies de Dork, liderados por Alfen. Los soldados resistieron el asedio de las fuerzas de Olfos con más valentía que fuerza, soportando el hambre, las malas condiciones del tiempo y la lluvia de Tenebris que hacía caer Olfos sobre ellos. Cabe destacar la llegada de la "Saeta Furtiva" en el segundo día de asedio, una división de elite, conformada por arqueros del Valle Oscuro, quienes descendieron de las montañas liderados por Altaír Elenoir, quien, gracias a su destreza con el arco, inspiró la famosa canción "Una flecha, tres muertos". Tras cuatro sangrientos días, Los Luxus-Miles llegaron para hacer retroceder a las marionetas de Olfos, pero Alfen Roosley, el último heredero del Castillo de Punta Caída, había fallecido horas antes, aún así, su sacrificio, junto con el de sus hombres, sirvió para que la legión de Olfos se atrasara y no llegara a tiempo al Valle de Glaston para unirse a las fuerzas de Sargon, permitiendo que Firia y Crissar, líder de la división relámpago, defendieran El Valle de Glaston.

Después de la guerra, el fuerte de Dork fue reconstruido y entregado por el Trino a Elmar Roosley, quien había perdido a todos sus hijos durante la conquista de Skulrock, Dayler Roosley en Puerto León, Liria Roosley en el Páramo y Alfen Roosley en la laguna de Dork. Elmar bautizó el fuerte como Alfen-Dork, y ordenó que se construyera un monumento en memoria de los custudis y ángeles que habían fallecido defendiendo el paso a la Ciudad de Oro, junto con una escultura de los tres Luxus-Miles en la plaza central. Con el tiempo, se levantaron refugios para los comerciantes de Villa Naranja, torreones, y en un par de años, el fuerte requirió de avenidas y castillos, las cuales albergaron cantinas, hospitales y mercados; antes que Elmar Roosley falleciera, y la dinastía de Punta Caída llegara a su fin, Alfen-Dork se había transformado en una Villa prospera, la última guarnición de los Custudis antes de Glaston, el lugar perfecto para el comercio y la exportación con la Ciudad de Oro, también, la villa predilecta por la sociedad de mercenarios, quienes venían de las Villa Naranja y las Tierras Desoladas para atravesar el Valle Oscuro en busca de tesoros. 

Dato Histórico: Alfen-Dork fue una de las Villas más ricas del Reino, en su apogeo, luego de la muerte del último Roosley, los pueblerinos designaron a un gobernador que dictara nuevas leyes para el comercio, con el propósito de bajar los impuestos y aumentar sus riquezas, dicho acto fue considerado una ofensa por Regis, quién había establecido en la Era Blanca que ninguna Villa tendría gobernadores, sino que todos serían abastecidos, protegidos, legislados y gobernados por el Espíritu del Trino. Al pasar los años, los gobernadores empezaron a tomar distancia respecto de la jurisdicción del Trino, cada uno más que el anterior, estableciendo una evidente ruptura con la Ciudad de Oro, al pasar las décadas, Alfen-Dork se declaró la primera villa en independizare de los vestigios de Punta Caída, rompiendo a la vez, los frágiles lazos que tenían con el Trino. No pasó aquella generación antes de que un monstruo, proveniente de las montañas, les atacara, devastara sus edificaciones, e hiciera desaparecer a sus habitantes, dicho monstruo estaría poseído por un demonio antiguo, el mismísimo Olfos, quien volvería luego de varios siglos para vengarse del pueblo que lo había derrotado, cuando los habitantes de la Villa le rogaron al gobernador que pidiera la ayuda de la Ciudad de Oro, él decidiría construir murallas, condenando al pueblo a un entierro masivo.

©F.J.Ortiz 2020.

— VALLE DE LOS HUESOS SECOS —

Nadie sabe hasta qué punto el Trino diseñó el Reino consciente de los sucesos que ocurrirían en el futuro, es sabido que el Dios de las tres caras es un ser atemporal, por lo que observa la realidad desde cada perspectiva del tiempo, el Valle de los Huesos Secos es uno de los ejemplos más terroríficos de aquella premisa, pues el nombre fue creado por Regis milenios antes de la rebelión del Lucero. 

Cuando los ángeles caídos escaparon derrotados en la Batalla de la Blanca Lluvia, sus alas fueron cortadas producto de una horrible ventiscas, la cual emergió del Cielo-Abismo y azotó el Valle con una fiereza jamás antes vista en la historia de la creación, obligando a los rebeldes a caminar a través de las dunas y tormentas de arena con la esperanza de llegar al desierto y escapar de la furia del Trino, sin embargo, la multitud no llegaría ni a la mitad del valle cuando el viento comenzaría a deshacer sus armaduras, luego sus ropas, y finalmente sus propios cuerpos... desollando a miles de ángeles caídos en una marcha mortífera; al llegar al final del Valle, la mayoría había visto como la carne se le despegaba de los huesos y como sus cuerpos caían en un charco de sangre sobre la tierra anaranjada. El Lucero fue el último en ceder, mirando a sus espaldas se percató como el viento, poseído por el Espíritu del Trino, había dejado un camino de cadáveres mutilados sobre la arena: Para el día de mañana serán huesos, susurró, cuando su cuerpo cayó sobre la duna comprendió la brutalidad de su enemigo... antes que el Trino lo crease, él ya había diseñado un Valle para él y sus seguidores.

Dato histórico: Luego de que se corriera el rumor de que varios mercenarios habían ingresado al Valle en busca de los huesos del Lucero, Regis mandó a edificar Puerta Falsa, una fortaleza a cargo de resguardar la entrada al Valle. Aunque se confirmó que ninguno de los mercenarios logró volver de sus expediciones, durante la Segunda Guerra se vería a un Mendax vestido con una armadura hecha de cristal-herido y los huesos de su antiguo cuerpo.

©F.J.Ortiz 2020.

— DESIERTO DE LOS PAGANOS —

Al Este de Auror el horizonte se tiñe de naranjo, dando forma a un desierto interminable, compuesto por cuevas, yermos, cañones... y almas; un tercio de los ángeles que solía vivir en la Ciudad de Oro, ahora vagan por el Desierto de los Paganos, el destino que le espera a todos aquellos que osan alzar su espada contra el Trino. Por milenios, los ángeles caídos deambularon por aquel páramo desolado, alimentándose de la ira, el dolor, la vergüenza, y el frenético deseo de la venganza. El Lucero alimentó a sus legiones con mentiras y promesas, jurándoles que algún día le devolverían al Trino todo el dolor que les había causado, aquellas palabras se transformaron en una plegaria, un rezo que los paganos repetirían por la eternidad. A medida que se hacían uno con el desierto, los espectros dejarían atrás su esencia angelical... convirtiéndose en demonios, espíritus corrompidos por la magia y las mentiras del Lucero. 

Cuando el Trino dio forma a la galaxia B-512, y diseñó a la Tierra, el más hermoso de los planetas en el Borde Exterior, el Lucero y sus seguidores supieron que su tiempo había llegado, la más perfecta de las creaciones del Trino había nacido en el centro del planeta, una nueva generación de ángeles, incapaces de volar o de controlar los misterios del poder Ámoris, pero capaces de absorber la esencia de Regis para convivir con él por la eternidad, los rumores decían que eran seres hechos a imagen y semejanza del Trino, una ventaja que ellos jamás tendrían. El Lucero no podría atravesar la Puerta Falsa, ni el Valle de Glaston, ni invadir las calles de oro, tampoco podría derribar la Torre Grial ni sentarse en el trono del Monte Melodía, no podría cumplir ninguna de las fantasías que había soñado desde que conoció a la Bestia del Vacío, pero si podría atravesar el espacio en su forma espectral y viajar a la Tierra, sin duda no podía rasguñar la armadura de Regis en combate, pero sí podría devorar a la raza humana... y romper el corazón de su creador. Cuando el Lucero, ahora llamado Mendax, vio a estas frágiles criaturas compartiendo con Regis en el Jardín del Edén, pudo verse a sí mismo, hace miles de años, siendo feliz con al Trino, ¿Cuánto tardaría Regis en acabar con ellos también? Después de todo, la Necrópolis había sido construida a la par con la Ciudad de Oro, justo como lo había hecho con él y El Valle de los Huesos; le resultaba fascinante saber que la raza humana era un reflejo de él mismo... una historia cíclica. Mendax vio el árbol de la ciencia del bien y el mal y supo lo que tenía que hacer: "...Pero del fruto que está en el huerto, Dios ha dicho que no lo toquen, porque ciertamente morirán, pero no es verdad, Regis sabe que el día que lo coman, sus ojos serán abiertos, y serán como él..." Susurró a los oídos de los humanos, justo como la Bestia del Vacío le había susurrado a él hace tanto tiempo. Entonces los Luxus escucharon, desearon, y cayeron. 

Desde entonces el Desierto de los Paganos se convirtió en el hogar de los ángeles caídos, por siglos Mendax habitó en el viento, enviando a sus demonios a la Tierra para engañar a los seres humanos, y así separarlos de Regis por la eternidad, transformando al Padre en un mito y convirtiendo a la Ciudad de Oro en una fantasía añorada por los ignorantes; todo espíritu maligno que volvía al Desierto, era castigado por Mendax, obligándolos a atormentar a la raza humana sin descanso alguno, finalmente, la promesa que una vez hizo el Lucero fue cumplida, durante la Primera Guerra no pudo siquiera tocar a Regis... pero al escuchar el llanto del Padre mientras su hijo se hacía hombre para sacrificarse por la humanidad, supo que su deuda había sido pagada.

Dato Histórico: El Desierto de los Paganos es el único lugar inexplorado en todo el reino, dejando de lado al Trino, nadie sabe cuán extenso es y qué hay más allá de sus dunas. 

©F.J.Ortiz 2020.

— FORTALEZA DE LA O.P.C.N.C —

Su construcción comenzó semanas después que la Segunda Guerra finalizara, dando paso a un sin fin de mitos y teorías en torno a su ubicación y función, cuando se edificó el torreón principal y las murallas interiores, la información conocida tanto en la Ciudad de Oro como en sus inmediaciones, afirmaba que la fortaleza tenía la tarea de controlar el tráfico de especias y minerales que realizaba el gremio de mercenarios entre la Ciudad de Oro y la Villa de Alfen-Dork, y en cierta medida, así era, pero cuando las fronteras de la fortaleza se ampliaron y se construyeron varios castillos a sus alrededores albergando a más de mil centinelas, la gente empezó a sospechar que algo ocurría dentro de las murallas. Por varios siglos el secreto se mantuvo a salvo, pero tras la destrucción del Planeta Tierra y la llegada de una multitud de Luxus a la Ciudad de Oro, Regis anunció la construcción de un nuevo reino, un lugar llamado la Ciudadela del Trino, ubicado en otro universo, uno mucho más joven y puro, donde el Árbol de la vida crecía en medio y el Padre no tenía que habitar en el último piso de una Torre, sino que caminaba libre por las avenidas. El Bosque de Longles, o mas bien, sus raíces, poseían una conexión interdimensional con una de las raíces del Árbol de la Vida, de tal forma que, lo que se estaba protegiendo en lo profundo de la fortaleza, era una planta, un portal hacia la Ciudadela del Trino. Una vez que ya no era posible negar la función de la fortaleza, el comandante Folk, le otorgó el nombre de O.P.C.N.C, Organización Protectora para la Construcción del Nuevo Cielo, un nombre poco elegante para el esplendor de sus salones, jardines, campos de entrenamientos, murallas y torreones, pero no se le podía pedir mucho a un hombre diestro en el ejercer de la guerra y no en la poesía.

Dato histórico: La fortaleza era inexpugnable, según los relatos de quienes habían visto sus murallas y torretas, la guardia se renovaba cada seis horas, y entre sus centinelas, corría el rumor de que algunos Luxus formaban parte de las unidades, rumor que llamó la atención de Mitris-Elder, un grupo de terroristas provenientes del Borde Exterior, liderados por Nytlyz, quien se autoproclamaría el Dios de la Nueva Era. Jamás se registró un ataque de Mitris-Elder a la fortaleza, sin embargo, la Firstraw confirmaría que la organización estaría involucrada en la desaparición de varios Luxus dentro de la O.P.C.N.C. 

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— TRES LAGOS —

Este lago es el epicentro de varios eventos memorables en la historia del reino, casamientos, torneos, batallas, tratados de paz, traiciones, reencuentros y entierros. Originalmente llamado Lago de los Enamorados, por los constantes matrimonios que se celebraban allí, su nombre cambió el día en que Regis revivió tras morir en el planeta Tierra, aquel día emergió de las profundidades del lago y por primera vez en la historia de la creación, la presencia del Padre abandonó la Torre Grial, dejando en oscuridad el universo por un instante para ir a recibir a su hijo; quienes observaron desde lejos la escena, describieron como el Bosque de Longles se iluminó por completo, al tiempo que Regis, el Padre y el Espíritu se abrazaban, logrando florecer el bosque y llenando sus árboles de hojas en pleno invierno. Cuando el Padre volvió a iluminar el cielo en la cúspide de la Torre Grial, el Espíritu se disipó y Regis corrió hacia la Batalla de las Luciérnagas, el lago tomó tres colores, un tono azulado, otro verde y otro dorado, obteniendo el nombre de Tres Lagos para las posteridad. Aquellas aguas presenciaron la mayoría de los casamientos entre los Roosley de Punta Caída y los Weex de Punta Elevada, como también las traiciones que tejieron su historia; un tratado de paz entre Regis y los Ketblack de Torre Sombría al finalizar la Primera Guerra; el entierro de Beil y Tiria; el Campeonato de las Auroras número ochocientos tres, recordado por el pueblo de Auror hasta el día de hoy, donde se enfrentaron los ángeles Nuriel y Firia en la semifinal, mientras que en la otra llave,  Altaír del Valle Oscuro y Max de los Luxus-Miles montaron un espectáculo, terminando el torneo con una final soñada entre Nuriel y Max, el cual inspiró más de una canción en las cantinas de todo el reino, otorgando la victoria al ángel por sobre el Luxus; cabe destacar la pelea entre Altaír y Susana Weex por los cuartos de final, como también la batalla de los amigos, entre Max y Joaquín, quienes paralizaron el torneo durante dos días producto de los destrozos que dejó su encuentro al acabar, muchos creen que Max no pudo vencer a Nuriel en la final  producto de las heridas que le dejó su mejor amigo. Así como el lago acogió eventos llenos de alegría y jolgorio, también coleccionó ciertos momentos lamentables, como el asesinato de la princesa Lucía de Villa Austera en medio de su casamiento con Altaír Elenoir de Valle Oscuro, el asesino resultó ser Roy Castle, una antigua pareja que tuvo Lucía en Villa Naranja, quien estaba profundamente enamorado de la princesa, y en un ataque de celos, envenenó su maquillaje antes de la boda, cuando Altaír encontró a Roy, el asesino le dijo que Lucía se maquillaría sólo para él, para nadie más, el novio arrastró por todo el reino al joven hasta el balcón más alto del Castillo de Punta Elevada, allí lo arrojó hacia el Cielo-Abismo, para luego entregarse a Lord Weex y ser condenado a diez años de confinamiento, sin embargo, al tercer año de condena, el Señor del castillo lo dejó en libertad, por ser un héroe de guerra admirado en todo el reino, además porque la muerte de Lucía de Villa Austera, conmovió a cada persona desde Zión hasta Villa Triste. Tres lagos presenció también la Batalla de Río Espeso, durante la guerra civil entre Los Roosley y los Weex, el nombre se debe a los cadáveres que flotaron por el Río Caído hasta sucumbir en las nubes.

Dato histórico: Aquí fue donde se vio por última vez a Max y Joaquín de los Luxus-Miles, antes de su desaparición.

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— CASTILLO DE PUNTA CAÍDA —

Durante la Era Blanca, los serafines habitaban desde la Ciudad de Oro hasta los confines de la tierra, protegiendo el reino de la Bestia del Vacío, quien asechaba esperando devorar los dominios de Regis en cuanto éste abandonara la capital; los ángeles se encargaban de construir la Ciudad de Oro, abastecidos por las minas de la Forja Rota, mientras que los arcángeles construían la Necrópolis, extrayendo la roca, la plata, el ónix y el azabache de la Montaña Fronter, cada una de las legiones celestiales tenía su función, cumpliéndolas con esmero frente a la presencia del Trino, sin embargo, los querubines habían sido enviados muy lejos, específicamente a las puertas del vacío, la Torre Grial aún no se había construido por lo que el Borde Interior todavía era un abismo de tinieblas, allí permanecieron, lucharon y cayeron. Cuando los ángeles empezaron a edificar la Torre Grial, la bestia supo que no tendría oportunidad alguna de vencer al Trino si es que su presencia cubría al universo, de tal forma que avanzó sin misericordia, rompiendo las filas de querubines con toda su ira, la batalla se liberó en el Borde Interior, los alados lucharon con audacia y valentía, pero no hubo fuerza, espada ni hechizo, que pudiera ahogar el vacío que provocaban los ataques de la bestia, desesperados, reagruparon sus fuerzas y contraatacaron uniendo toda su magia en un solo ataque, pero el hambre del vacío era insaciable y perforaba el espacio la energía y el tiempo, devorando a tres cuartas partes del ejército de un solo bocado, el resto, no pudo hacer más que perseguirlo hasta al sur del reino, donde se alza Octom-Bur en la actualidad, allí se unieron a las huestes de los Serafines y juntos lucharon contra la Gran Calamidad, evitando que avanzara hasta el Monte Zión, pero dejando un millar de cadáveres en tal agónica tarea. Finalmente la alianza fue masacrada, resultaba imposible detener a la Bestia en campo abierto, por consiguiente, los Serafines anunciaron la retirada con el objetivo de acuartelarse en la Necrópolis, tal vez las murallas hechizadas y los refuerzos de los Arcángeles, les permitieran repeler la ira del enemigo, sin embargo, los pocos Querubines que quedaban, no abandonarían el campo de batalla, habían fallado en proteger los bordes del universo y estaban decidido a no ceder nuevamente, Otoniel, él más fiero de los guerreros, alineó sus fuerzas y se preparó para contraatacar, tal sacrificio le daría tiempo a los Serafines para fortalecer las murallas de la Necrópolis y también a los Ángeles del Norte, para que se acuartelasen en el Monte Zión. Fue así como el Querubín lideró la carga, volando al rededor del Titán, lanzado sus saetas cargadas de poderosa magia pero sin poder hacerle daño, en cada movimiento que hacía la Bestia, el vacío consumía el aire, el espacio, la armadura, la carne y el alma, destrozando al resto de la legión más rápido de lo que Otoniel hubiera esperado; cuando el devorador subía por lo que hoy se conoce como el Bosque de los Lamentos, sólo quedaba el líder de los Querubines con vida, exhausto y bañado en la sangre de sus hermanos, respiró hondo, sabiendo que tal vez sería la última vez que lo haría, entonces, abriéndose paso entre los millares de proyectiles que emanaban de la Bestia, alzó su espada para atravesar el pecho del Devorador, pero el Titán lo tomó de las alas en el último segundo y lo levantó hasta hacerlo colgar sobre su boca para engullirlo, fue cuando el querubín cortó sus alas de una estocada, y dejándose caer hasta la cien de la Bestia, enterró su espada con la fuerza de todos sus hermanos caídos, el Monstruo rugió con tal fuerza que hizo temblar todo Auror, mas no por la herida causada por su espada, sino por un terrible golpe que cayó desde el cielo como un relámpago, Regis aprovechó la distracción de Otoniel y golpeó con toda su fuerza el rostro del Titán, el golpe fue tan aterrador que el continente se partió hundiendo a la bestia hasta el Cielo-Abismo y dejando un orificio que hasta el día de hoy se puede ver en los mapas. Las crónicas relatan que la calamidad cayó tan profundo que atravesó el espacio regresando a sus dominios, mientras que el sismo destrozó las grandes montas de la Cordillera del Pacto e hizo erupcionar el Volcán Escarlata.  Por otro lado, el Espíritu sanó a Otoniel en el Monte Zión y el Padre lo vistió de oro, para que todos los seres en el Reino Auror le reconocieran como un héroe, uno que jamás pudo volver a volar, pero que sí sería el padre de una gran generación de héroes. Tras la construcción de la Torre Grial, Regis mandó a los Ángeles a edificar un castillo al Este del Reino, con vista a una catarata recién nacida por los deshielos de la cordillera, Otoniel bautizó el Castillo como Punta Caída, haciendo alusión a su espada, que se dobló al enterrarse en la frente de la bestia, luego de aquello, se le fue otorgado Leiría, la más hermosa de los Serafines, el Trino bendijo a Otoniel y Leiría con la fertilidad, siendo la primera pareja en la historia de Auror en engendrar un hijo.

Dato Histórico: Los hijos de Otoniel y Leiría, nacieron sin alas, dando vida a la primera generación de Custudis, guerreros que protegerían al Reino al igual como lo hizo su padre. Otoniel y Leiría fallecieron a la edad de setecientos setentaisiete años, y dejaron un legado que perduraría por siempre. Hasta el día de hoy, la espada de Otoniel permanece en una vitrina, en el salón principal del Castillo de Punta Caída, junto con un relato escrito por su puño y letra sobre la Batalla del Amanecer.

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— CASTILLO DE PUNTA ELEVADA —

Miles de años después de que Regis y Otoniel vencieran a la Bestia del Vacío, el Borde Interior se llenaba de potestades y planetas ricos en cultura y sabiduría, mientras que el Borde Exterior veía cómo nacían sus primeras galaxias. El Espíritu del Trino vagaba por aquellos parajes soplando conocimiento en los mundos más lejanos, viendo como la creación se multiplicaba por millones, cada criatura crecía y evolucionaba según los secretos del Padre y la vida se abría paso a una velocidad increíble, de tal forma que, Regis convocó la supervisión de los Custudis por toda la creación, para que la flora y la fauna no se corrompiera, sino que fuera fiel a la esencia que el Trino había diseñado para cada una de las criaturas, protegiendo el orden del cosmos. Fue así como el Espíritu  teletransportó a una legión de Custudis a los distintos espacios del universo, con la misión de visitar los planetas y entregarles un mensaje a sus civilizaciones, uno que les contara sobre las grandezas del Reino Auror y sobre la bondad y soberanía del Dios de tres caras. Miles de planetas aceptarían el mensaje de los Custudis, ofrendándoles riquezas, piedras preciosas, joyas y pieles, pero hubieron algunos cientos que se rebelaron, repudiando a los enviados e incluso intentando asesinarlos, al ver el Trino que la fe era un don difícil de llevar en algunos mundos, permitió que los Custudis volvieran al reino, siendo el Espíritu quien trabajaría en los corazones de cada uno de los seres inteligentes. Cuando los Custudis fueron teletransportados de vuelta de cada rincón del universo, la mayoría no volvió con los bolsillos vacíos, sino que arribaron llenos de riquezas, fue cuando comenzó la disputa entre los descendientes de Otoniel, un grupo, liderados por Ray Roosley, proponía que los tesoros deberían ir a la Torre Grial como ofrenda al Padre, mientras que el otro grupo, liderados por Alexor Weex, afirmaría que el Trino no necesitaba más lujos, que un poco de oro no haría la diferencia en una ciudad hecha del mismo material, que sería mejor utilizar esos recursos para construir una segunda guarnición, en una península ubicada al sur de la Catarata Caída, pues el Castillo ya no podía albergar a más Custudis. Y así fue como sucedieron las cosas. Ray Roosley viajó junto a una comitiva a la Torre Grial, para llevar las riquezas que recolectaron en el universo y presentárselas al Padre, mientras que Alexor Weex, emigró del Castillo de Punta Caída junto con sus miles de seguidores, y empezó establecer los cimientos de un castillo en dicha península. Al darse cuenta el Trino que sólo la mitad de los Custudis llegó a la Ciudad de Oro a rendirle tributos de lo obtenido en sus viajes, se enfureció, y el mismísimo Regis viajó juntó a Ray Roosley hasta la Catarata Caída donde estaban los demás, cuando Alexor vio al hijo del creador, puso el rostro en tierra para escuchar lo que tenía que decir: Por qué no has hecho como tu hermano que me ha traído cuanto a ganado en su viaje ¿A caso las criaturas del Borde Exterior no te dijeron que sus ofrendas eran para mi Padre y no para ti? A lo que Alexor le respondió; Mi Señor, he visto como varios de los Custudis duermen bajo la lluvia mientras que otros duermen en los salones de nuestros ancestros, por lo que he tomado las riquezas para construir un nuevo castillo, el invierno es crudo; Regis frunció el ceño y pidiéndole que se pusiera de pie le preguntó: ¿A caso no les daría yo un lugar donde vivir si me lo pidieran? En la casa de mi padre hay tantas riquezas que no pueden ser contadas, ¿Crees que no las compartiría con los descendientes de mi buen amigo Otoniel?, el Espíritu ha visto tu corazón, y has escogido la bendición por sobre al que bendice, en honor a la memoria de mi amigo, te perdonaré la vida, pero edificarás este castillo con el sudor de tu frente, no con las ofrendas dedicadas a mi Padre. De tal forma que Regis arrojó las riquezas de los Weex hacia el Cielo-Abismo, y les entregó parte del Bosque de Longles para que lo talaran, y un barcoalado para viajar a la Forja Rota y extraer los materiales que necesitaran. Así la nueva guarnición de los Custudis tardó más de cien años en ser construida. 

Cuando Alexor ya era anciano, y puso la última roca sobre la punta de la Torre Leiría, notó que la península sobre la que estaba era levemente más alta que la de Punta Caída, por lo que llamo al castillo, Punta Elevada, y así celebró un gran banquete con sus amigos. A la primera hora del día siguiente, viajó a la Torre Grial, tras algunas semanas cabalgando, cruzó las murallas de oro y ascendió por la colina de los doce hasta llegar a la Torre, a pesar que los ángeles le echaron reiteradas veces, él persistió para ver al Trino, hasta que Regis le abrió las puertas, Alexor se inclinó delante del rey, y habló: He sudado con cada roca, viga, metal y piedra que compone el castillo, hasta finalizar su construcción, justo como lo ordenaste; he caminado por sus salones, dormí en la recamara principal junto a mi esposa, comí en su enorme comedor junto a mis hijos, vi a mis nietos jugar en los jardines y a los jóvenes luchar en el patio de armas, pero ahora que me acercó al final de mis días, quisiera pasar el tiempo que me queda con el que bendice... no con la bendición, ¿me aceptarías junto a ti?; A lo que Regis le respondió; Has escogido bien, por lo que te prometo que ni tu castillo ni tu apellido serán borrados de mi reino jamás; acto seguido lo ayudó a levantarse y los dos entraron juntos a la Torre Grial, desde aquel día, nadie volvió a ver a Alexor Weex.

Dato Histórico: Con el tiempo el número de los Custudis fue aumentando exponencialmente, hoy en día, lugares emblemáticos como Villa Naranja, Villa Austera, Alfen-Dork, O.P.C.N.C y algunas aldeas en Valle Oscuro y el Valle de Tarto, serían fundadas por los descendientes de Otoniel, incluso, algunas familias menores llegarían a emigrar al Sur, habitando la Villa de los Héroes y el Fuerte Luxos. Producto de este gran legado, muchos apellidos escribieron sus propias páginas en la historia del reino, pero ninguno tan antiguo y vigente como los Weex de Punta Elevada.

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— VALLE OSCURO —

Luego de la construcción de Punta Elevada, algunos descendientes de Otoniel sugirieron conquistar las tierras al Oeste del Bosque, el ejemplo de Alexor Weex inspiró a cientos de familias quienes se aventuraron hacia las montañas en busca de sus propios reinos; a pesar que la mayoría volvió a Punta Elevada derrotados por el clima y la peligrosa fauna, algunos lograron edificar sus refugios, los cuales se transformarían en castillos con el pasar del tiempo. Entre las guarniciones edificadas se destaca el Castillo de los Rudiriel, el cual tomaría el nombre de Villa Naranja en el futuro, y el torreón de los Aligor, una familia de campesinos que fundaría Villa Austera luego de la guerra civil. Mientras los Rudiriel formaban hermosas avenidas al sur del Monte Xillo, y los Aligor trabajaban la tierra y la pesca en el nacimiento del Río Elevado, los Elenoir investigarían las montañas al Oeste de la Laguna de Dork.

Koronir, abandonaría Punta Elevada junto a sus hijos y nietos luego de la muerte de su esposa y la desaparición de su buen amigo Alexor Weex; al cruzar el Bosque de Longles, se autoproclamaría el primero de los Elenoir, perpetuando el apellido para la posteridad. Los Elenoir fueron de las pocas familias que tuvieron éxito en las expediciones hacia el Oeste, al ascender por la orilla del Río Caído, se abastecieron de la pesca y de la madera del bosque, así fue como llegaron a la Laguna de Dork, para después escalar las montañas hasta ascender al Valle Oscuro, el cual había ganado su nombre producto de las sombras que producían las altas cumbres.

Los Elenoir asegurarían haber heredado la agilidad, el equilibrio y la destreza de la serafina Leiría, esposa del Mítico Otoniel, caracterizándose por su habilidad con el arco. Entre las familias más importantes, los Elenoir se diferenciarían del resto por su apariencia, tanto los muchachos como las muchachas nacerían con la piel, el cabello y los ojos azules, una extraña pigmentación que provenía, según ellos, de un lunar azulado que poesía Leiría en su hombro derecho, el cual le otorgaba su habilidad con el arco.

Una vez en el corazón de la cordillera, los Custudis construyeron un refugio a los pies de Bastión Congelado, nombre que le dieron los nietos de Koronir a la más alta de las montañas, por la forma de sus acantilados y el color grisáceo de su roca, a otra le pusieron Vol, por su cima circular que hacía alusión a la cabeza calva de Vol Elenoir, y a una tercera le pusieron Espada Rota, por su cumbre quebrada, la cual se asemejaba a la espada de Otoniel que se partió al herir a la Bestia del Vacío.

La sombra hacía que el frío fuera implacable todo el año, sus ventiscas tardaron unos meses en llevarse la vida de Rylan Elenoir, hermano de Koronir, una gripe mal cuidada se transformó en una enfermedad respiratoria, extinguiendo la vida del anciano. La perdida de Rylan conmovió a toda la familia, quienes se empeñaron en formar equipos de abastecimiento, los cuales viajarían semanalmente al Bosque de Longles en busca de hierbas medicinales y frutas. Con el pasar de los años, el campamento fue tomando forma, y una vez que lograron trabajar la tierra, la pesca y el ganado, levantaron murallas, lo que atrajo el interés de otras familias para unirse a la colonización del Valle Oscuro. Las familias llegaron con sus sueños intactos, pero muchos desertaron al ver las terribles condiciones de vida, aún así, varios se quedaron; cautivados por la belleza de la Cordillera del Pacto, ayudarían a Koronir a construir los cimientos de Castillo Rylan, en honor a su hermano fallecido.

El aumento de la población sugirió varias mejoras, pero también necesidades, la vida en la montaña era austera y el alimento escaseaba todo el tiempo, reduciéndose la dieta a raíces, moras de rama blanca, pescado, ave-diamante, y en ocasiones extremas, Catrinos, nobles bestias que usaban los Elenoir para explorar los Alpes y viajar a la Laguna de Dork, de tal forma, que los habitantes de Valle Oscuro se vieron forzados a explorar las grutas que albergaban las montañas, según las leyendas, hogar de Raziel, el ángel ermitaño. Al explorar las cuevas no encontraron al ermitaño, pero si encontraron una fauna sumamente extraña, aves corredoras, arañas arcoíris, gusanos de fuego, gato-diamantes, y Trishnas, una especie de topo, el cual medía un metro de altura y tres de largo, estos no poseían ojos, pero sí tenían un oído sumamente sensible, sus más de setenta kilos proporcionaría un excelente abastecimiento de carne para el campamento, aún así, resultaban muy difíciles de capturar, ya que sus patas tenían membranas sensitivas que podían captar la vibración de la tierra veinte metros a la redonda, identificando a cualquier depredador o presa que estuviera cerca. Las familias seguían llegando al Valle Oscuro para rendir tributos a Koronir, a cambio de un trozo de tierra y un espacio en su castillo, pasado unos días se proclamaban vasallos de los Elenoir, ayudando con la construcción del Castillo Rylan, el cual crecía exponencialmente, al igual que el hambre. Los cazadores sabían que los Trishnas eran la solución a sus problemas, de tal forma que se las ingeniarían para darles caza. Si los Elenoir ya tenían habilidades innatas con el arco, la casería de Trishnas los obligaría a usar todos sus recursos, e incluso, reinventarse, de tal forma que aprenderían a aguantar la respiración por varios minutos, pues la vibración de su ropa al inhalar, junto con el sonido que emitían al exhalar, eran fácilmente detectados por los oídos de los topos, también aprenderían el paso falso, una forma de caminar sumamente silenciosa, inaudible para cualquier oído, incluso para el de los Luxus, sumado a esto, elaborarían sandalias con la piel que poseían los Trishnas en sus patas, la cuales absorbían el sonido al pisar, también fabricarían flechas de rocamadera, con plumas tan suaves, que no emitían sonido alguno al cruzar los aires. Dichas tácticas de casería se transformarían en tradiciones con el tiempo, siendo los Elenoir, reconocidos por todo el reino como los cazadores más letales en el Norte de Zión.

Dato Histórico: Durante la Segunda Guerra, Regis crearía una división de elite, llamada "Saeta Furtiva", conformada por los Elenoirs más destacados, los cuales recibirían misiones de espionaje y asesinato. La Saeta también participaría en el Asedio de Dork, donde Altaír Elenoir lideraría un escuadrón en socorro de Alfen Roosley. Tras la victoria, los Custudis de Punta Caída afirmarían que un Elenoir valía por diez de sus arqueros, y que sin su ayuda, no hubieran resistido el asedio de los Tenebris.

En la actualidad la "Saeta Furtiva" protege El Valle Oscuro, dando caza a los mercenarios que intentan robar los tesoros al norte de Glaston.

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— VILLA AUSTERA —

Beil Roosley, hijo menor de Setro Roosley y príncipe de Punta Caída, nació el mismo año que Tiria Weex, hija menor de Rylan Weex, y princesa de Punta Elevada. Al ser los menores, la línea de sucesión les arrebataría los castillos y la dicha de gobernar, pero sí les heredaría la guerra, y es que los dos crecerían durante la guerra civil entre las familias más antiguas de los Custudis. Beil tenía apenas trece años cuando participó de su primera batalla, como escudero de su hermano mayor, Otoniel Roosley; fue en el fulgor del combate cuando vio a Tiria por primera vez, una muchacha de cabello rojizo, quien se encargaba de rellenar el carcaj de su hermana Petra, una de las mejores arqueras del reino; Beil siempre recordaría aquel momento en que Otoniel, junto a cincuenta jinetes, cargarían sobre una tropa de arqueros que habían quedado atrapados en la retaguardia de los Weex, el muchacho vio como Petra acertaba una flecha en la hendidura que se formaba entre el muslo y la cintura de su hermano, mientras que tres jinetes la abatían con sus lanzas. Entre las saetas que surcaban el viento, el sonido metálico de las espadas, las explosiones de los hechizos a la distancia, el relincho de los vacallos y el grito de los hombres, Beil sólo podía escuchar el llanto de Tiria, quien lloraba desconsolada sobre el cuerpo de su hermana, observó como su cabello le caía por los hombros, por alguna razón, Beil jamás olvidaría que el yelmo le quedaba grande, sus mechones naranjas estaban embarrados, aún así bailaban sobre el viento destellando pequeños fulgores rojizos, su rostro, un tesoro quebrado por la angustia y la desesperación; a pesar que Otoniel agonizaba en los brazos del muchacho, el chico no pudo llorar, hubiera querido hacerlo, pero la guerra estaba tan inmersa dentro de él que su hermano parecía un cadáver más... uno entre miles; cuando se percató que Otoniel ya no respiraba, notó como su sangre bañaban las aguas del Río Caído con la misma tonalidad que lo hacía Petra; Beil cerró los ojos de su hermano y se acercó a Tiria, le tomó el hombro pero ella ni siquiera le prestó atención, sollozaba intentado detener la hemorragia de su hermana ya fallecida: Beil, Vigila a la niña, es la menor de los Weex, por lo que es una prisionera valiosa, el chico asintió con la cabeza sin mirar al soldado, quien hacía galopar su vacallo para ir en busca de refuerzos y anunciar la muerte del príncipe. El chico no sabría decir de dónde sacó la valentía, pero tomó la mano de la chica y la subió al vacallo de su hermano, entonces, subiéndose él también, galopó hacia el corazón del Bosque de Longles, escapando del campo de batalla. 

En Tres Lagos el animal se detuvo para beber un poco, cuando por fin recuperaron el aliento, Tiria le preguntó por qué le había rescatado, Beil se lo pensó un momento, estaba convencido que lo hacía para evitar que pasara el resto de su vida en una mazmorra de Punta Caída, pero cuando alzó la voz se sorprendió al escucharse: No te he rescatado, sólo he escapado y te he llevado conmigo, cuando te vi, pensé que tú también querías escapar, puedes irte si quieres, eres libre, vuelve con tu padre, yo pienso ir a Villa Naranja, estoy harto de esta guerra, harto de luchar sin sentido. La chica lo miró en silencio, entonces pasaron la noche bajo un árbol a los pies del lago, Beil se durmió creyendo que la muchacha ya no estaría por la mañana, o que lo mataría durante el sueño, no le hubiera importado la verdad, pero al despertar, la vio frente a una fogata, cocinando unas ranas mientras le decía: Madre murió... y no hablo con padre desde... no recuerdo desde cuando, Petra era todo lo que tenía, ahora que se fue, nadie me esperará en el Castillo. Aquella mañana desayunaron frente al lago y planearon su futuro, se cambiarían los nombres, escaparían por el Valle de Tarto y bajarían bordeando el Monte Xillo hasta Villa Naranja, entonces allí se harían millonarios trabajando duro hasta construir su propio castillo el cual llamarían Punta Mediana. Se demoraron casi un mes en llegar a Villa Naranja, viajaron camuflados entre las caravanas que escapaban de la guerra, y una vez en su nuevo hogar, Beil construyó una pequeña choza bajo un puente cerca de la plaza, no era el castillo que habían imaginado, pero les protegía de la lluvia, Tiria hizo uso de lo único que tenía entonces, su belleza y su dulce voz, por lo que se ganó varios Lacrones en la plaza central de la villa cantando famosos boleros, hasta que un cantinero la escuchó y le ofreció trabajo en su bar, para que deleitara a sus clientes junto a los músicos de la banda flecha corta, Tiria aceptó con la condición que le diera empleo a Beil también, y así fue como el muchacho pasó de ser el escudero del príncipe Otoniel de Punta Caída, al barrendero y mesero de la Cantina Boca Ardiente. Tiria dormía en el segundo piso de la hostal, junto con las hijas del cantinero, mientras que Beil dormía en los corrales junto con el resto de los barrenderos, cuando los soles artificiales sobre el Monte Xillo perdían fuerza y se transformaban en lunas, la chica prendía una vela en la ventana de su cuarto y el chico en la puerta del corral, entonces se enviaban mensajes en un idioma que solo ellos comprendían, el cual consistía en tapar y destapar la llama con sus manos, siguiendo un patrón para formar frases; una noche, luego del festival de la naranja, Beil había tomado unas copas demás, y estas le habían dado valor para escribir en el fuego, al ver la muchacha una vela prendida en el corral, ella prendió la suya también, entonces la muchacha pudo leer como Beil le escribía: Te amo, mientras que el chico leía dede el corral, Yo más, aquella niña que había raptado tras la Batalla de Río Espeso, ahora parecía ser una mujerabriendo las ventanas y dejando caer una liana hecha de sábanas para escapar sin ser descubierta por el cantinero. Deambularon toda la noche por la ciudad, tomaron cerveza de naranja con los ahorros de Beil, bailaron en las fiestas nocturnas de los jardines silentes, nadaron en los estanques al norte de la plaza, miraron las estrellas, y se besaron por primera vez, por segunda vez, por tercera y cuarta, y mientras la guerra continuaba al Este de Longles, ellos se besaban hasta perder la cuenta, amaneciendo abrazados a los pies de los estanques. Al pasar los años, Beil Roosley y Tiria Weex se casaron en el Lago de los Enamorados, bajo los nombres que habían acogido tras llegar a Villa Naranja, Reil Austero, el muchacho, y Firia Austera, la joven, al casorio asistió el cantinero con sus hijas, los músicos de la flecha corta y unos pocos amigos que había hecho Beil en el corral, celebraron con frutas y una torta de ranas. Cuando Tiria quedó embarazada, dejaron la Cantina Boca Ardiente y viajaron al Norte, cerca Del Valle de Tarto, donde construyeron su castillo, una modesta cabaña de madera, el cual se transformaría varios siglos después en el epicentro de Villa Austera; por su puesto, Beil y Tiria, no serían los fundadores de la Villa, ni mucho menos serían mencionados en los libro de historia, de hecho, mientras los ángeles llenaban libros sobre los sucesos ocurridos en la guerra civil, Beil y Tiria permanecerían muertos, según los archivos de la familia Roosley y Weex, luchando como escuderos en la Batalla de Río Espeso.

Al pasar los siglos, sus hijos enterraron sus cuerpos en el Lago de los enamorados, el mismo lugar donde se habían casado, y donde se firmaría el tratado de paz entre los castillos de Punta Caída y Punta Elevada pocos años después.

Dato histórico: Un día común de verano, la Villa sería fundada por los Aligor, en un evento que acogería a poco más de cincuenta personas, la sorpresa sería grande cuando los invitados presenciarían la llegada del mismísimo Regis, quien bautizaría a la Villa como Villa Austera, en memoria de Beil y Tiria, mandando a tallar en las puertas de la aldea la siguiente frase: 

Para los que intercambiaron las armas por los besos, para los que aprendieron el idioma de las llamas.

©F.J.Ortiz 2020.

— VILLA NARANJA —

Al oeste del Monte Xillo, entre las colinas que anuncian el final de Auror, se ubica una de las Villas más pobladas del reino, Villa Naranja. La urbe es famosa por sus interminables mercados, donde comerciantes de todos los tipos y lenguas venden las más sabrosas frutas y las mejores armaduras del sur de Glaston, la Villa es conocida también por sus hermosos jardines, plazas y estanques ubicados en cada esquina, acogiendo a las más entretenidas compañías de teatro y a los más diestros músicos de Villa Austera. Se dice que cada tres casas una cantina se alza en la avenida Naranja y que cada dos un hostal, para los innumerables viajeros que la visitan cada año. Los mandarines, como le llaman a los pueblerinos, son especialistas para inventarse festivales, celebraciones y torneos, destacando la fiesta de las luciérnagas, que conmemora la victoria de los Luxus en el Páramo; el día del cordero, que en realidad resulta ser un mes de juerga, conmemorando la victoria de Regis en la Tierra; la fiesta de la naranja, durante la época estival cuando comienza el tiempo de la cosecha; la fiesta de reconciliación, en honor al fin de la guerra civil entre Punta Caída y Punta Elevada; la fiesta de la blanca lluvia, en memoria de los antiguos ángeles que fallecieron durante la primera guerra, esta es la única época del año en que se ven ángeles al sur del Bosque de Longles. Se podrían mencionar varias más, como la fiesta del conquistador (una parodia a Skulrock), la naranja borracha o la del vacallo volador, pero sin duda, la celebración más importante para los mandarines, es el festival del Trino, el cual tiene una connotación sagrada; Se trata de tres días en donde los pueblerinos comparten con el Dios de las tres caras, entregan sus ofrendas y reciben sus bendiciones. El primer día está dedicado al Padre, es el único momento en el año que la Torre Grial brilla con más fuerza de lo habitual, desde la primera hora el pueblo se dedica a limpiar las calles de la ciudad y a mantenerse en ayuno completo, también se recitan cánticos, oraciones y poesías en la plaza central, dedicadas al Padre, durante la mañana, un joven escogido por los mandarines, entre dieciséis y veinte años, tiene que partir a primera hora hacia el sur, a la Ciénaga del Espíritu, en busca de un poco de agua el cual debe traer en una vasija diseñada por su madre; el segundo día, está dedicado a Regis, quien visita la Villa personalmente, finalizando el ayuno con un gran banquete financiado por la Ciudad de Oro, al terminar el festín, los mandarines pueden pedirle a Regis cualquier necesidad que tenga el pueblo, por último, el tercer día está dedicado al Espíritu, en donde el pueblo entero espera el regreso del joven que partió el primer día, una vez que éste ingresa a la Villa, debe caminar hasta la plaza central, donde depositará el agua extraída de la ciénaga en el estanque público, renovando así la protección del Espíritu sobre la Villa por el resto del año. 

Si sumamos a estos eventos, los incontables torneos, competencias de tiro al blanco, y fiestas clandestinas, podemos hacernos una idea de como es la vida en aquel rincón del reino, un lugar lleno de vida, colores, música, cantinas y mercados poseedores de las mejores artesanías y platillos del reino: No tenemos la Ciudad de Oro, pero tenemos Villa Naranja, es el dicho de cada Custudi al sur del Valle de Glaston.

Dato histórico: Tras la Segunda Guerra, Villa naranja era el lugar preferido de los Luxus-Miles, la alegría de sus avenidas, la bohemia de sus festivales y los recurrentes torneos que se celebraban en la Arena Brillante, enamoraron a los tres Luxus quienes, hartos de los admiradores en la Ciudad de Oro, decidieron mudarse a los salones del Castillo Roto, en el centro de la ciudad. Los rumores más pícaros del populacho, afirmaban que Max y Joaquín eran amantes de las cantinas, y que en muchas ocasiones preferían pasar la noche en los hostales que en el Castillo Roto, compartiendo la cama con varias muchachas, a pesar que es sabido que los Luxus son infértiles, varias mandarinas reclamaron casarse con los héroes afirmando que estaban en cinta, sin embargo, dichos rumores fueron desmentidos por los dos hasta el día en que desaparecieron.

©F.J.Ortiz 2020.

— TORRE SOMBRÍA —

Torre Sombría es una guarnición que le pertenece a los Ketblack, una de las familias más antiguas del Reino Auror, se dice que fueron desterrados de la Ciudad de Oro tras la Primera Guerra, hace miles de años, cuando se unieron a la rebelión de Mendax, sin embargo, no cruzaron el  horroroso Valle de los Huesos Secos, los Ketblack, al ver que las huestes de Regis doblaban en número a las del Lucero, abandonaron la batalla en su clímax, un día antes de que el Valle de Glaston se prendiera en fuego y los ejércitos de Custudis acorralaran a los rebeldes desde el sur, logrando escapar por el Valle Oscuro y descendiendo a las Tierras Desoladas a través de la Cordillera del Pacto. Cuando llegaron al páramo, Zariel Ketblack ordenó a sus hijos e hijas detenerse, él sabía muy bien lo que le esperaba más allá del Monte Zión, si volaban cerca de la Necrópolis, el Señor de la Muerte lo ejecutaría junto a su familia por haber abandonado al Lucero, y si intentaba por la Bahía de los Escalofríos, el frío les congelaría, de tal forma que su linaje no estaría a salvo ni al sur de Zión, ni mucho menos al norte, por lo que se refugió en los campos que bordean el Monte Xillo, a unos veinte kilómetros al sur de Villa Naranja, allí los ángeles caídos construirían su hogar, en un principio compuesto sólo por una pequeña cabaña y unas improvisadas torretas, Zariel sabía que Regis llegaría a su puerta más temprano que tarde, pero pasaron los días y el Trino no apareció, el refugio se transformó en un modesto castillo, las torretas en torreones e incluso una muralla se alzó sobre un pozo de seis metros para evitar intrusos. Cuando Zariel y su esposa pudieron por fin recuperar el sueño, creyendo que Regis les había perdonado la vida, un ángel de la Ciudad de Oro llegó con un mensaje, convocando a Zariel al Lago de los Enamorados para enfrentar la justicia del Trino. Zariel voló hasta el corazón del Bosque de Longles junto a su hijo mayor, Troz Ketblack, sin embargo, dejó a su esposa junto con su infinidad de hijos y hermanos resguardando el castillo. Una vez en el lago, Regis lo recibió junto a una comitiva de ángeles que antiguamente habían sido sus vecinos y amigos, Zariel se arrodilló frente al rey de ojos dorados y éste anunció sus cargos: Alta traición, conspiración contra el reino, asesinato y engaño. Zariel se declaró culpable, y aceptó su sentencia de muerte, pero cuando Regis desenvainó su espada para decapitarlo, rogó por la vida de su familia, de su esposa, hijos y nietos, le juró al Trino que muchos de ellos no querían seguir al Lucero, sino que simplemente obedecían sus órdenes, la mayoría de los ángeles se negó ante la propuesta, pero el amor que tenía Zariel por su familia alcanzó la misericordia de Regis, quien habló diciendo: 

"...Te diseñé santo y perfecto, pero decidiste emborracharte con las mentiras del Lucero, anhelaste al fertilidad que le regalé a Otoniel y la compraste con el precio de la traición, renegaste de tu naturaleza al engendrar hijos y alzaste tu espada contra tu creador, pero a pesar de aquello, he encontrado amor dentro de ti, por lo que tu descendencia no morirá para siempre... Sin embargo tu alma será juzgada por sus actos..." 

Al instante el Rey cortó la cabeza del ángel, y mirando a su hijo dictaminó: "...Vuela al castillo y entierra a tu padre, luego te asegurarás que ningún Ketblack vuelva al Norte jamás, si tu familia decide traicionarme nuevamente, sufrirán el mismo juicio que le espera al Lucero desde el principio de los tiempos..." 

Troz Ketblack volvió con su madre y fortificó el castillo, construyendo un segundo y tercer piso, mientras él vivió, los Ketblack estuvieron a salvos y fueron fieles al pacto con el Trino, pero sus descendientes no tardaron en relacionarse con las doncellas de Casa Hambrienta y Castillo Oculto, quienes despreciaban a Regis profundamente por su afinidad con los Tres Grandes del Sur, los Alister, los Dorenhaim y los Záratis, quienes poblaban las Tierras Desoladas; al pasar las generaciones, el pequeño atisbo de fidelidad que tenían los Ketblack, fue desfalleciendo hasta apagarse por completo durante la Segunda Guerra. Cuando las legiones de Skulrock derribaron el Monte Zión, Roriel Ketblack le ofreció al oscuro su castillo como guarnición, para reagrupar sus fuerzas y hospedar a sus generales antes de la conquista, para entonces, el pequeño castillo que una vez había sido el refugio de Zariel y sus hijos, ahora se había convertido en una portentosa fortaleza, con dos capas de murallas, herrerías, establos, perreras, invernaderos, ganaderías y una gigantesca torre en medio, de más de ciento cincuenta metros de alto, el cual observa todo cuanto ocurría en el Páramo, se dice que el mismísimo Skulrock pasó una noche en la cúspide, antes de la Batalla de las Luciérnagas, al ver Roriel Ketblack el tamaño de los ejércitos del usurpador, y escuchar las promesas de grandeza que le había hecho Olfos, creyó que era el fin de la era del Trino, por lo que edificó una estatua en la punta de la torre en honor a Skulrock, pero cuando la guerra acabó, y la Ciudad de Oro resistió... Los Custudis tomaron preso al Señor de la Torre junto con su familia, saquearon el castillo y destruyeron el monumento en la cima. Regis juzgó a Roriel y a todo ángel  que tuvieran el apellido Ketblack, a pesar que los dejó vivir, e incluso les dejó conservar la Torre, cumplió la amenaza que le había hecho a Zariel hace tantos años atrás, tal como ocurrió en el Valle de los Huesos Secos, los Ketblack vieron como la carne se les caía de los huesos y sus cuerpos se deshacían en un charco de sangre blanca, llenando la Torre con sus almas, el Espíritu del Trino rodeó la edificación con un poderoso hechizo, el cual no permitiría que escapasen de allí jamás, luego el Padre hizo traer de la cara sur del cubo, las almas de los antiguos Ketblack, encerrándolos también allí en la torre, a excepción de Troz, quien había cumplido su palabra mientras vivía, fue así como la descendencia de Zariel no pereció para siempre. Así la familia Ketblack fue condenada a vivir en medio del Reino, entre el Trino y la Bestia del Vacío, sin tomar bando alguno por la eternidad, adquiriendo el castillo el nombre de Torre Sombría.

Dato Histórico: Cuando Torre Sombría quedó desierta, Regis permitió que cientos de familias de Antiguos, nómades de las Tierras Desoladas, poblaron sus avenidas en busca de refugio, construyendo aldeas bajo la torre y fortificando sus murallas, en un principio parecía ser el nacimiento de una nueva villa, pero a medida que pasaba el tiempo, todos quienes merodeaban por Torre Sombría afirmaban que sus habitantes de piel escamosa se comportaban de forma extraña, esparciéndose el rumor de que Zariel Ketblack había embrujado sus dominios, controlando las mentes de quien cruzara sus murallas. Por su puesto, hasta donde se sabe, esto es sólo un mito, pero sí es cierto que los Ketblack gobiernan Torre Sombría, y se comunican constantemente con los Antiguos que habitan su castillo.

©F.J.Ortiz 2020.